lunes, 1 de julio de 2013

Crónicas Guatemaltecas


 Crónicas Guatemaltecas

Mi Camino a Santiago Atitlan.    
 3ª etapa. (1ª parte)


CHICHICASTENANGO






Información y primeras impresiones.
Departamento del Quiché.
Altitud sobre nivel del mar: 2.021 m.
Está localizado a 145 kms de la ciudad de Guatemala, en el Altiplano de la región.
Se le denomina también Siguán Tinamit, que significa Pueblo de Barrancos, por estar rodeado de ellos. Su historia se remonta al año 1524.
Iglesia de Santo Tomás
Construida en 1540 sobre restos arqueológicos de un templo prehispánico, representa un espléndido ejemplo de arquitectura colonial. En las afueras y en su interior se mezclan los ritos indígenas y ladinos.
 






Su escalinata de 18 gradas es de importancia para la práctica de los rituales indígenas, por sacerdotes mayas chuchkajau, que rezan y queman mazorcas de maíz llenas de copal. Adentro, las familias enteras se arrodillan y rezan ante los altares, cargados de velas, veladoras y ofrendas de flores, alcohol y en algunos casos comida.

Plaza y Mercado Central
Es el centro del poblado y de la vida comercial de los “Maxeños” (gentilicio que se le da a los pobladores de Chichicastenango, derivado de Max, que significa Tomás en lengua Quiché). Los comerciantes bajan los días jueves y domingos, hasta la plaza central para vender sus artículos, en un  impresionante mercado indígena, que poco ha variado durante siglos.



 
 
Visitadas las poblaciones de Guatemala capital y de la turística La Antigua, empezaba mi Camino por la Guatemala profunda, la de la que la realidad supera la imaginación, la de encontrarse en un país desconocido para los europeos en sus costumbres, en su población indígena, (En Guatemala la mayoría de la población es indígena, más del 50%, y perteneciente a los pueblos maya, garífuna y xinca.) y en el modo de vida, que se basa esencialmente el la subsistencia del día, por lo que la falta de proyectos es evidente, tanto en modo de previsión del futuro, que nadie se lo plantea, así como el poco valor que se da a la vida.

 Las comunicaciones, como en todo el país, se basan únicamente en el transporte por carretera, teniendo en cuenta que las carreteras son de una peligrosidad evidente, tanto por el cuidado de las mismas, algunas de ellas cortadas por desprendimientos de tierras y pendientes de reparación, que siempre es larga y lenta, como por su dificultosos trazados, debido a la orografía del país, y así como por el modo impresionante de la conducción, con adelantamientos increíbles, que gran cantidad de veces terminan en desgracia. Añadiendo a esto la ocupación de las “canasteras”, (llamados así los buses por estar siempre llenos de las canastas de los indígenas que acuden a los mercados), que solo termina cuando ya la ocupación física de los espacios es imposible. Y aún así, sorprendentemente, siempre uno mas cabe.

 
























La población de Chichi, llamada así de modo abreviado, es de un tráfico caótico, debido a ser paso obligado desde la capital al departamento del Quiché, camino de la frontera noroccidental con México, y por pasar la carretera por el centro de la villa, con unas calles que apenas dejan paso a dos vehículos, y los consecuentes atascos, que duran literalmente horas para solucionar el problema, ya que nadie hace nada para ello.







 

















El colorido, en los días de mercado, los jueves y domingos, es impresionante, así como la cantidad de visitantes, tanto de lugareños como del turismo.








 





















El mercado a pie de calle, llega hasta la gran plaza, totalmente ocupada de los tenderetes, donde la Iglesia de Santo Tomas, con su escalinata donde se practican los rituales mayas, es punto de encuentro y de devoción, con este sincretismo que une las antiguas religiones con el cristianismo, y cada vez mas presente las iglesias evangélicas que pululan por toda la zona.


Y mi encuentro con el Camino, en la Iglesia de Santo Tomas, se hizo presente en este lugar tan inimaginable de poder sentirse en El Camino.
SI, El Camino esta presente.

Y el recuerdo siempre del "Ultreia, Suseia," 
¡…animo, más allá, más arriba…!

3 comentarios:

  1. Recuerdo estas fotos y estas vivencias tuyas cuando volviste de aquel viaje que significó tanto para ti. Buenos recuerdos a los que agarrarse en los momentos difíciles.

    ResponderEliminar
  2. Si, recuerdos muy vivos por las vivencias con gentes muy queridas, amigo Guillermo. Y las sorprendentes "casualidades" con las que me tope....con las que me encontre sorprendentemente...
    ¿CASUALIDADES..O EL CAMINO SE HACIA PRESENTE..

    ResponderEliminar
  3. Seguramente eso que comentas, que el Camino, en cierto modo, estaba presente.

    ResponderEliminar

YO MISMO

YO MISMO
DESCANSO EN EL CAMINO