Crónicas
Guatemaltecas
5ª
Etapa y última: SANTIAGO
de ATITLAN.
(1ª
parte)
La
cercanía de mi fin de Camino, solo al otro lado del lago, me hacia
sentirme con la extraña y difícil sensación que nos acude a la
llegada al monte del gozo.
Alegría
y a la vez, un sentimiento de vacío que nos inunda, o por lo menos a
mi, de que ya los días esperanzadores de llegar a Santiago, han
dejado de ser motivo.
Solo
el pensamiento de volver, aún antes de haber llegado, dan este punto
de satisfacción. Y mientras subes hacia la Catedral, caminando por
la Rua de los Peregrinos, ya planificas tú nuevo Camino.
Este
ha sido el primero en Guatemala, y se que va a ser el último……
Pero
Compostela me espera, para que haga ofrenda al Apóstol de este mi
Camino a Santiago de Atitlán.
Amanece
como lo hace en esta zona, de repente. La ansiedad me lleva a cargar
a la mochila rápidamente y lanzarme hacia el embarcadero, para
cruzar el lago.
El
cambio de orilla no dura más de veinte minutos, y a las horas de la
mañana, la paz y calma están presentes en el ambiente.
Mi
muda amiga, que no ha dejado de acompañarme, sentada en su asiento,
esta absorta como yo a la espera de la llegada.
Llegamos
al embarcadero de Santiago Atitlan, y orientándome por la lógica,
tiro calle arriba. Mi paso es rápido, nervioso, ansioso y a la vez
temeroso de lo que voy a encontrar.
Embarcadero de Santiago Atitlan |
Y
así llego al Parque Central, ya solo unas escaleras me separan de la
Iglesia, que ya diviso a lo alto.
La
placa conmemorativa de la construcción nos da la fecha del 1547.
Sobre
la portada de la Iglesia, la figura de Santiago, a caballo y
blandiendo la espada, me hacen sentir que
estoy al otro lado del mundo, en el Campo de las Estrellas.
Entro
en la iglesia, y ya veo al Apóstol, que me recibe en silencio,
majestuoso, y presidiendo el espacio.
Me
arrodillo y apenas puedo dar las gracias por haber llegado a mi
destino. Pensamientos y recuerdos familiares y de amigos, hacen de
estos una oración, que va dirigida como petición para todos ellos
al santo.
He
llegado a Santiago de Atitlán.
Y
el recuerdo siempre del "Ultreia,
Suseia,"
¡…animo, más allá, más
arriba…!
....Si,
mas allá vuelve a estar SANTIAGO DE COMPOSTELA…
(sigue)
Emocionada llegada esta que describes en el que se refleja esos sentimientos vividos por muchos en las llegadas al Santiago de Compostela, pero ésta al otro lado del mar y por esa tierra tan querida para ti.
ResponderEliminarSupongo que ese (sigue) será la conclusión definitiva, así que a la espera nos quedamos.
Pues si, Guillermo. Ya estoy en el fin de este Camino virtual, a Santiago Atitlan. Y como en todas las etapas anteriores, un emocionante y sorprendente encuentro, hacen que este convencido de que en el Camino no existen las casualidades.
ResponderEliminarEs el Camino el que dirige nuestros pasos....pero eso, en la última entrada de este Camino a Santiago se vera.
Un abrazo, compañero, un beso, amigo...